viernes, 12 de junio de 2015

Antes que nada... La novela.



Bien, esta entrada tratará acerca de la base literaria de una Novela Gráfica que es: La novela literaria.






Según la Real Academia de la lengua Española (RAE), Novela es:



1. f. Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.







    Tenemos que arrancar aprendiendo realmente este concepto, porque los aspectos formales y narrativos de esta vertiente literaria son completamente aplicables a la novela gráfica también, por tanto debo ascimilar las características que conforman dicho formato. No puedo pretender lanzarme a narrar una historia sin tener ciertas bases, por mínimas que sean, en el conocimiento de la estructura de un formato creativo, y en este caso también comunicativo.

    Atendiendo a la anterior justificación, que sigue la tradición de darle un enfoque prominentemente personal, amén de ser tachado de necio. Lo que yo entiendo como novela es:

    Inicialmente aceptaremos que La Novela es una narración básicamente, y toda narración, que pretenda contar algo, sea Cuento, Novela Corta, etc., se conforma de tres partes específicas y distinguibles, las cuales son Presentación, Nudo y Desenlace. Pero cada una de las partes, dependiendo del grado de complejidad de la obra, pueden irse enriqueciendo y formando cuerpos narrativos más complejos. De suerte que en una narración convencional de larga extensión es común que distintas “historias” se mezclen entre sí y den pié a una multiplicidad narrativa que conforma lo que comúnmente conocemos como Novela.


    En una novela, existen varios aspectos a tomar en cuenta. Si bien es cierto que hay infinidad de estilos y formas, casi todas las definiciones confluyen en la idea constante de una narración base y una serie de narraciones afluentes. La narración base se presenta como columna vertebral de la historia y tiene que ver con cierto desarrollo lineal del personaje o los personajes principales, aunque como he dicho, hay diversidad en estilos y formas narrativas. Los afluentes o narraciones tributarias, son subtramas que se relacionan de una o varias formas a la historia principal, la alimentan y engrosan su talla narrativa hasta el punto de hacer la novela una especie de universo ficticio en el que el lector se sumerge, y prácticamente no necesita buscar anclaje en la realidad para seguir la lógica de lo que está leyendo.

    Para fines prácticos utilizaré la siguiente nomenclatura: A la columna vertebral de la historia la llamaré Narración base o trama, y a los afluentes narrativos de la misma Narración secundaria o subtrama.

    Ahora bien, la redacción con la que se trate dichos elementos es igualmente variada hasta el infinito de posibilidades, aunque esto tiene que ver también con el estilo intrínseco del autor. Sin embargo hay ciertos auxiliares en la tarea de desarrollar una narración y que son “Los recursos narrativos”. Hay bastantes maneras de narrar una misma escena. Concretamente, enumeraremos una serie de recursos narrativos en entradas posteriores, para poder extendernos un poco mas en cada uno de ellos.

    Un aspecto más a observarse en lo relacionado a la creación de una novela, es el desarrollo de los personajes. La naturaleza misma de la novela, su estructuración, tratamiento, formato y presentación nos permiten esto. De manera que la correcta estructuración de personajes sólidos y con la personalidad adecuada nos permiten el buen desarrollo de las diversas circunstancias producidas a propósito en la obra. Tanto el aspecto psicológico, como (sobre todo en el caso de una novela gráfica como el mío) el aspecto visual, y el aspecto histórico-social del personaje, nos resultan de vital importancia al momento de querer impregnar de "realidad", verosimilitud vamos, a nuestros personajes.

    El autor no debe perder nunca de vista, a pesar de todo lo anterior, la misión que se ha impuesto al momento de decidirse a crear la obra. Las anteriores son solo herramientas que en lugar de complicarle la existencia a uno, debieran facilitar, mediante el correcto uso de la técnica, la creación de una obra de arte, en este caso una Novela.


    Aquí es donde comienza lo interesante, porque en el desarrollo de una obra creativa, el autor se verá inmerso en un sinfín de situaciones de las que es mas o menos complicado escabullirse. Es por ello que para cada circunstancia, para cada paso en la creación, hay que permitirnos ir por el lado mas sencillo que nuestra cabeza indique, sin que con ello se vea afectada la calidad, el carácter o el estilo de lo que pretendemos hacer.

    Posteriormente se verá como para dar cierto peso, cierta verosimilitud, o simplemente para poder generar interés en el lector hay que disponer de ciertas herramientas que ayudarán a insertar en el entendimiento popular nuestras "elevadas ideas" y no permitir caer esto en el juego del "genio incomprendido".



De entrada hay que tratar de organizar desde el principio el proceso creativo...


   Y para ello debemos tener presente siempre que cuando alguien va a desarrollar un tema que se va a ofrendar a un público, debe por lo menos tener cierto respeto por lo que se presente, y dicho respeto comienza invariablemente con el "Discurso". Entendiendo el Discurso como la acción intrínseca en la que un autor expresa sus ideas medulares, aquellas que permean todo cuanto pueda crear. Dicha exposición o expresión de la ideología, postura y/o moral del autor puede ser expresada de forma directa , indirecta, en forma de aforísmos, parábolas y de una infinidad de formas.

   El Discurso parte de la esencia misma del autor. Desdobla su complejo mundo interno a lo lago y ancho de su obra. Expone por partes el todo de su postura estética, ideológica y expresiva. Aún cuando no se haga concientemente, es lo que a fin de cuentas se transmite en el vehículo que es la obra en sí.


   Es entonces, cuando la obra ha concluido, cuando el lector en este caso ha terminado de leer y ascimilar formalmente lo que se le presenta como producto creativo, y queda un resabio en su memoria, el sedimento cultural que le ha dejado inexorablemente la lectura de la obra.

   Entonces el autor debe ser capaz de poner todo su empeño en que la memoria de su discurso sea lo mas fuerte, perdurable y profunda posible. Que la esencia de sus ideas sea fielmente transmitida. Hay entonces que permitirnos desarrollar lo mejor posible todo aquello que nos estremece personalmente a través de aquello que los demás verán de nuestro mundo interno. Aquello que expondremos en La Novela.


   Y toda novela posee un elemento intrínseco, distinguible, entreverado en el desarrollo completo de la trama, es lo que le da la forma específica, el carácter fundamental que el autor ha querido darle. Y ese elemento es: El Argumento.









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